Archivo mensual: septiembre 2013

TEDxValladolid

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Los eventos TED y TEDx se caracterizan por algo, no son simples charlas a las que se asiste impasible, sino que los cinco sentidos experimentan sensaciones que lo convierten en un cúmulo de sentimientos que sólo puede describirse con la palabra pasión. Esa energía desbordante que los ponentes transmiten en sus charlas de 18 minutos, que son suficientes para que el público se contagie de la ilusión que le ponen a sus palabras y se impregne de sus conocimientos.

Fueron muchos los momentos que trataron de tocarnos el corazón a las 350 personas que tuvimos la suerte de presenciarlo en directo, pero yo quiero volver a saborear algunos de ellos.

Lucía Miranda me enseñó que todas las caperucitas pueden comerse al lobo feroz si se lo proponen, y que los roles de los cuentos son sólo roles. Ya no somos princesas necesitadas de un principe que nos salve, sólo queremos a un hombre que se comprometa, no un Peter Pan flojeras como el que describió Jesús Terres, que no es capaz de crecer y enfrentarse a los cambios.

Daniel Cortijo cree que somos máquinas creadoras de sueños, y no puedo estar más de acuerdo, sólo nosotros podemos soñar y hacer realidad lo que nos propongamos, porque como dice Hanna «Si tus sueños no te dan vértigo no son lo suficientemente grandes para ti».

Mis sueños no sé si me quedan grandes o no, pero tengo claro que «en un mundo en el que nos invade la depresión, ser alegre es la mejor revolución», por eso mi contribución al muro de Fénix en el que todos pudimos combinar letras para formar la palabra que queríamos y formar parte de esa gran pared blanca que era una obra de arte vivo en sí misma, fue «sonríe».

Si no pudisteis asistir, o si lo hicisteis, pero queréis revivir alguno de los momentos, no os preocupéis porque ya podemos disfrutar de las casi cinco horas de vídeo que recogen todos los detalles del evento. Sí, es un poco largo, pero os aseguro que merece la pena dedicarle un rato. Podéis verlo aquí.

TEDxValladolid

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¿Cuántas veces habéis quedado con un amigo o amiga y os habéis dado cuenta de que estaba más pendiente de la pantalla de su smartphone que de la conversación que estabais teniendo?

Muchas veces veo parejas que están juntos, pero que cada uno está mirando en lugar de los ojos de la persona que tiene en frente, si tiene notificaciones, lo último que le han dicho en whatsapp o su timeline de Facebook. Grupos de amigos en los que el silencio sólo se interrumpe por el ruido del vibrador del móvil o el sonidito de un nuevo mensaje.

Vale que se haga un check in, una foto a la comida para Instagram o se twitee algo sobre el sitio en el que estás, pero hay momentos en los que hay que desconectar, estar pendiente de las palabras de las personas que te rodean, sus gestos y sus miradas. Esas cosas que un móvil no te puede dar, y que muchas veces no valoramos lo suficiente.

Para los que no son capaces de hacerlo por sí mismos, quizá necesiten algo como lo que nos propone la Cerveza la Polar en su última campaña de publicidad. Se trata de un inhibidor de frecuencias que anula las conexiones inalámbricas, ni wifi, ni 3G, ni 4G cuando se introduce la botella en él. Sin tecnología, tan sólo quedan personas, conversaciones y risas frente a una botella de cerveza.

Si aquí vendieran la Polar, ya tendrían una compradora fija. ¿Vosotros usaríais algo así?